La ratona no había presenciado la ceremonia del cambio de guardia en el Palacio de Gobierno, porque imaginaba que corría el riesgo de ser aplastada en medio del tumulto. Por suerte, su amigo Colmillos, el perro mezcla de bóxer y siberiano, es buen amigo de la guardia de Palacio, por lo que la llevó un día, montada en su lomo y a salvo de pisotones y gatos. Era una espectadora privilegiada.
A las 12 en punto inició su desfile la banda de músicos de los Húsares de Junín, dando ritmo a las evoluciones que luego hicieron los miembros del batallón, con sus clásicos uniformes azules y rojos. Todo el público situado en la Plaza de Armas pudo apreciar la facilidad y la gracia, debidas al ejercicio, de los movimientos del grupo, los que motivaron aplausos. La música de la banda era variada. Hubo música moderna así como una adaptación de marchas militares, acompañamientos de películas y de temas folclóricos y sinfónicos, acabando el cambio con el retiro de los húsares por ambas puertas del patio central de Palacio. Fue emocionante; la música resonaba en el patio y daba un ambiente especial a la ocasión. Pero ocurrió algo inesperado: cuando todos se iban retirando, entre murmullos de contento, alguien chilló: "¡hay un ratón sobre el perrito!" y Colmillos tuvo que huir raudo para salvar a la Ratona. Cuando la puso a salvo, se despidió con un amable lengüetazo e invitándola a volver todos los domingos a las 12 del día. ¡Aprovéchenlo, que es gratis!